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El color: una herramienta de impacto y de expresión

Como asesora y coach de imagen creo que para entender la importancia que los colores tienen sobre nosotros es necesario explicar de dónde provienen o cómo se crean.

 

El color es luz, como bien lo descubrió Isaac Newton con su experimento del prisma. Lo que hizo Newton fue proyectar un hilo de luz a través de un fragmento de cristal y descubrió que dicha luz se dividía en los colores del arco iris. Este fue el experimento clave para entender de dónde provienen los colores y cómo combinarlos.

 

Los colores son ondas electromagnéticas que pasan por nuestros ojos, llegan a nuestro cerebro y se dividen. Las ondas electromagnéticas específicas se denominan espectro visible y cada color tiene su propia longitud de onda que determina su lugar en el orden espectral. En el arco iris se pueden apreciar los colores que componen el espectro visible. El rojo es la onda electromagnética más larga y el violeta o morado por su parte, la más corta de todas.

 

Creo fervientemente que los colores crean una conexión emocional en la mente humana. El color puede expresar y dar sentido a nuestras fantasías y aspiraciones, también nos permite expresar quienes somos, nos permite expresar emociones y sentimientos que tenemos reprimidos o atascados.

 

El color es la herramienta perfecta para profundizar en tu estado anímico, ser consciente de cómo estás reaccionando ante tu entorno y movilizarte a la acción de ser necesario.

 

Y para que entiendas te voy a poner un ejemplo: ¿cuántas veces te has sentido triste y en ocasiones depresivo por algún acontecimiento de tu vida? Me imagino que varias veces. Y, ¿esas veces qué colores te has puesto? Seguramente los más oscuros, tal vez el negro, la gama de los grises… Y eso sucede porque dichos colores están relacionados a ese estado anímico.

 

Otro ejemplo podría ser que estés triste y acongojado pero conscientemente, uses los colores más llamativos que puedas, porque sabes que pueden darte un mayor bienestar para sentirte mejor anímicamente ese día, y a proyectar mayor seguridad y confianza.

 

El color ayuda a relajarte, reduce la carga de estrés y en ocasiones, incluso, reduce el dolor físico. Saca a la luz pensamientos recurrentes que anidan en tu mente y emociones atascadas que están en tu corazón. Motiva los aspectos positivos de la vida y equilibra los negativos.

 

El color impulsa a tener acciones creativas e invita a tener una nueva mirada hacia tus asuntos del día a día restableciendo el equilibrio.

 

Además de todo esto, el color hace reaccionar tu cuerpo ayudándote a ponerle nombre a lo que sientes. Ayuda a conocer qué es lo que irradias en el exterior.

 

El color nos invita a ser más cálidos y benévolos con nosotros mismos. Provoca que nuestros pensamientos, palabras y acciones sean menos hirientes. Contribuye a ser más pacíficos y felices, y nos empuja a sonreír por dentro.

 

Así que usa el color para cuando quieras expresar emociones, sentimientos, para cuando quieras impactar, ser visto. El color es una herramienta de impacto y de expresión.

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