Lo primero que quiero decirte es que el amor propio empieza por el autoconocimiento.
Debemos entender quiénes somos, conocer nuestras cualidades, nuestros defectos para así podernos aceptar, como seres únicos e imperfectos y luego amarnos.
Pero el amor propio también se desarrolla a través de conocer cuál es mi propósito en la vida, qué es lo que deseo alcanzar, qué es lo que me apasiona y lo que me satisface como ser humano.
Amor propio es gestionarte, es trabajarte todos los días de tu vida para ser mejores versiones de nosotros mismos, mejores seres humanos y que lo que hagamos nos haga feliz y no dañe al otro.
Amor propio es aprender a decir que no, cuando algo no te guste, y también aprender a decir sí, y a decirte que sí, a aceptar halagos y aceptar tus triunfos y disfrutarlos.
Amor propio es cuidarte, buscar un ejercicio que te guste y te mantenga saludable, nutrirte con alimentos saludables, más no alimentarte porque toca y comer cualquier cosa.
Amor propio es afianzar tu seguridad y confianza en ti misma, a través del cuidado personal y del desarrollo de tu estilo y de tu imagen personal.
Así que mi invitación hoy es a que te ames, a que te lo digas todos los días con las palabras y a través del autocuidado y no con el autosabotaje! Para mí ha sido muy gratificante poder enseñarle a mis clientes, de asesorías y coaching de imagen personal, que el cambio viene desde dentro y espero que tú también lo empieces a aplicar desde ya.
¿Quieres saber cómo puedo transformar tu vida?
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