Así es como empezamos

Asesoria imagen bogota

 

Bienvenidos al Blog de Michelle, un espacio creado para quienes quieren mejorar su apariencia física mediante consejos, tips y secretos que he aprendido durante años de estudio, interés y dedicación a la moda, la imagen y el estilo.

Para los que no me conocen, nací en un país donde la mayoría de las personas quisiera estar y vivir, Canadá. Mi madre, santandereana de nacimiento y de carácter, libre y audaz se fue a viajar por Norteamérica desde que salió de la universidad y allí conoció a mi padre.

Muchos me dicen, “Michelle, pero ¿cómo así que naciste en Canadá y no vives allá? Yo de ti aprovecharía esa gran ventaja que tienes y me iría del país. Lo cierto es que en muchas ocasiones lo pensé y a mi cabeza venían estos comentarios que me hacían dudar de la decisión que tomé de vivir en este hermoso país, que me acogió desde muy pequeña y al cual le debo lo que soy hasta ahora… y, obviamente, a mi madre y abuelos.

Pero ¿por qué nací en Canadá? Porque Bertrand –así se llama mi papá y es canadiense, oriundo de Quebec, todo un ejemplar de origen francés, orgulloso de su idioma y de sus raíces, un poco loco (pero aun así, lo quiero)— se enamoró de mi madre, y creo que ella de él (aunque todavía tengo esa duda), y decidieron casarse y vivir en Canadá. ¡Y de ese corto amor, nací yo!

 

Como ven, soy una mezcla extraña del Norte y el Sur del continente americano, atada a tierra canadiense, fría y pura, pero arraigada aquí en Colombia, en el caos, en el desorden, en la alegría y en la fiesta.

 

Quiero confesarles que esta es la primera vez que me dejo llevar por mis instintos hacia el futuro, y que si estoy loca por querer emprender y querer ser la mejor “asesora de imagen y estilo” del país y de América Latina (vale la pena soñar, y soñar en grande), ese es mi impulso, mi decisión y mi nueva filosofía de vida. Quiero compartir mis conocimientos y comenzar a ayudar a la gente a afianzar su autoestima y confianza en sí mismos a través de mi asesoría.

 

Desde que estaba en el colegio me gusta la moda, me atrae, me muero de curiosidad por conocer más acerca de este sector que hoy por hoy genera millones y millones de dólares y de empleos en todo el planeta. Recuerdo que cuando nos íbamos de rumba con mis amigas del cole, siempre las citaba en mi casa, pues allí era donde nos arreglábamos, y yo, aún sin tener idea del cuento, las maquillaba y les decía qué les quedaba mejor y qué deberían ponerse para que se vieran espectaculares. Era algo divertido que me encantó hacer, además porque ¡ellas siempre me hacían caso!

 

Luego pensé estudiar Diseño de Moda porque me daba gusto y porque en verdad era lo que quería hacer, pero vinieron a mí muchos comentarios, muchas dudas: “¿Vas a poder vivir de eso? Por qué no más bien estudias Administración de Empresas y luego sí Diseño?” Y como salí a los 16 años del colegio, inmadura y sin saber qué hacer, tomé la decisión de irme por la segunda opción, la más “cuerda de todas”. Y así fue: en 2005 me convertí en toda una administradora de empresas, y no me arrepiento, pues gracias a ella he abierto las puertas para trabajar específicamente en Mercadeo y Relaciones Públicas, algo muy adecuado para el emprendimiento al que ahora estoy dando rienda suelta.

 

En resumen, viví un tiempo en Calgary, después estudié alguito de moda en Toronto y luego regresé a Bogotá, donde ya llevo nueve años trabajando y estudiando mucho, lo admito con orgullo. Hice una especialización en Gerencia de Mercadeo, tomé certificaciones de Moda (figurín, patronaje I, patronaje II, asesoría de imagen I, II y III) y, mi gran riesgo, un MBA en Dirección de Empresas de Moda y Belleza. “Pero, ¿estás loca?, ¿por qué no estudias un simple MBA?…”, me decían, pero así lo hice, y me parece lo máximo porque me introdujo en el camino que quise tomar desde mis 16 años. Nunca es tarde: los hechos se dan en el momento perfecto.

 

Enhorabuena, hoy los invito a seguirme en este gran proyecto. Y es que ¿a quién no le gusta lucir bien y mejor, y sentir que la imagen que proyecta es lo que brota de su interior de la manera más linda, audaz, estética y elegante, y surte el efecto que desea y necesita para alcanzar sus objetivos, ya sea conseguir trabajo, novi@, amig@s, estatus? En fin, ¡hay innumerables posibilidades de sentirse y verse mejor!

 

Les dejo una última frase de ¡La fábrica de ideas!, que me ha ayudado a arriesgarme y no tener miedo: “No le dé tantas vueltas al asunto, no lo piense dos veces, no lo posponga, no diga ‘quizás más tarde’. Métaselo en la cabeza de una vez por todas: pensar no es imaginárselo o divagar sin sentido; pensar es, de una y muchas maneras, actuar. Por eso se dice que: ¡El que piensa, pierde!”. Vamos para adelante. Acompáñenme en mi travesía.

 

Michelle Bilodeau

 

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Comentarios: 1
  • #1

    Mónica Espinosa Jimenez (domingo, 22 septiembre 2019 22:59)

    Hola.. Deseo info por favor

    Gracias